Uno de los procesos mas notorios del modelo económico implantado durante la Dictadura Militar fue el desarrollo forestal, sustentado tanto en las privatizaciones como en los subsidios entregados por el gobierno para el fomento de la actividad forestal, llevándola a que actualmente sea la segunda actividad productiva del país.
En 1974 se dictó el decreto ley 701, que modificaba la ley de bosques 4.363 del año 1931. Este es el inicio de una nueva intervención estatal “la contra reforma agraria”, pero que ahora privilegiaba a un sector de la población. Entre 1974 y 1979 el estado traspasó a privados las empresas del área: plantaciones y plantas de celulosa.
El grupo Angelini controla la Forestal Arauco y Celulosa Arauco, y el grupo Matte que controla la Forestal Mininco y Celulosa CMPC manejan mas del 60% de la actividad forestal y lideran las exportaciones. Sus vinculaciones políticas no son muy evidentes, pero son referentes en las sombras en la discusión de todas las iniciativas que afecten sus sectores económicos.
Desde el año 1974 la cantidad de territorios con plantaciones forestales ha crecido de manera abismante. Desde ese año al 1995 en la octava región la cantidad de terrenos plantados con pinos aumentó alrededor de un 1000%. Actualmente el denominado “manto verde” cubre 2,5 millones de hectáreas. Este acelerado proceso de cambio de matriz productiva, provoca un choque en la estructura agraria de nuestro país, provocando como primer efecto una masiva migración campo-ciudad, comparable con la de principios de siglo. Lo cual trae consigo de inmediato una excesiva mano de obra en las ciudades dependientes de las forestales generando marginalidad y pobreza en exceso.
Si bien el sector forestal se jacta de ser el 2º en importancia en nuestro país, su incidencia en la macroeconomía no se refleja en la generación de empleo. Ejemplo claro de esto es que en los últimos 10 años el territorio forestado ha aumentado en un 227% y el empleo generado tan solo en un 63%. Según la confederación de trabajadores forestales (CFT) en vez de aumentar los empleos desde el 2000, estos están disminuyendo gracias a los avances técnicos.
La actividad forestal a modo muy inteligente genera el denominado “trabajo temporal y estacionario”, así asegura un poco de empleo y además mantiene controlado a sus empleados para que estos no se organicen, ya que las ocupaciones que generan se vinculan a diferentes etapas de crecimiento y cuidado de las especies plantadas (plantación, raleo, tala). Alrededor de un 80% del cuerpo laboral trabaja a base de un contrato temporal; hacheros y motosierristas se mueven en esta lógica, sin la posibilidad de sindicalizarse, provocando abusos en extenuantes jornadas de trabajo. según estudios de alrededor del 26% de los trabajadores asegura trabajar mas de 10 hrs. al día.
Esta drástica disminución de la capacidad negociadora de los trabajadores no es solo efecto de la temporalidad de sus contratos, si no también del segundo lineamiento de accionar de las grandes empresas: “ la contratación de servicios a otras empresas”. La relación con las empresas forestales se encuentra mediatizada por la acción de empresas contratistas que venden sus servicios a las empresas forestales (empresas mandantes) y contratan al personal por faenas.
Estas empresas responden a las exigencias productivas de las empresas forestales, lo que determina la alta rotación de los trabajadores y dificulta seriamente sus posibilidades de organización para la defensa de sus intereses.
Sin duda, otro importante tema a tratar es el de la seguridad de los trabajadores en su lugar de trabajo. El sector presenta los mas altos niveles de accidentabilidad, es decir, la mayor cantidad de accidentes por cada 100 trabajadores. El caso de la seguridad es tan grave que por año mueren en promedio 15 personas en su lugar de trabajo, motivo de lo riesgoso del lugar donde se realizan las faenas y la falta de implementos de seguridad de estos.
La consecuencia es una baja calidad de los empleos y una remuneración que no presenta mayores posibilidades de bienestar para los trabajadores y sus familias. Es en este segmento donde se producen los mayores grados de explotación de las fuerzas de trabajo, ya que los trabajadores no tienen la capacidad de hacerle frente a los continuos atropellos de los cuales son víctimas.
El sector forestal lejos de ser un impulsor del desarrollo de nuestra región, poco a poco se ha convertido en un verdadero problema tanto del punto de vista económico, como de sus efectos sociales. Y ni hablar de lo ecológico. Juzgue usted mismo.(1)
Es claro que la legislación ambiental tiene una debilidad extrema en la protección del bosque Nativo y además de notorios vacíos que impiden el control de las plantaciones. Es cosa de viajar por nuestra región y ver cuantas hectáreas de plantaciones forestal existen y en manos de quienes están.
Por otro lado la falta de agua es un tema abordado con urgencia en los últimos veranos dada las sequías que han afectado a la Novena Región y comunas con fuerte presencia forestal. Ya que estudios rebelan que estas dos especies tienen un alto consumo de agua para su perfecto desarrollo. Además la contaminación del agua es uno de los aspectos mencionados en diferentes análisis realizados y que además tienen directa relación con efectos en la salud de la población, hasta 1999 se usaba aun el pentaclorofenol para el control de hongos y manchas en la madera de exportación
El control sobre las ventas y el uso de plaguicidas es escaso. De hecho la fumigación aérea no tiene una regulación legal, y es una de las más usadas por las empresas. Un tema nuevo en el debate de las plantaciones es la modificación genética de pinos y eucaliptos. Hay centros de investigación ligados a las empresas que trabajan sobre proyectos de transgénicos con el fin de apoyar la actividad forestal.
Además sobre el bosque nativo, los organismos mas especializados en el tema han demostrado que la sustitución sigue siendo hoy la principal causa de pérdida del bosque naturales.
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1) Extraído del informativo “resumen” n3 , mayo del 2009 , del tema “Nada es lo que parece forestales en chile”
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